El Agua es esencial para la salud y el rendimiento de los deportistas. Desempeña un papel crucial en la regulación de la temperatura corporal, el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos. Durante la actividad física, el cuerpo pierde agua a través del sudor, lo que puede provocar deshidratación si no se compensa. Incluso una deshidratación leve puede disminuir la resistencia, reducir la fuerza muscular y aumentar el riesgo de sufrir calambres o lesiones.
Los beneficios de la hidratación para los deportistas:
- Optimización del rendimiento: una buena hidratación mantiene la energía y mejora la concentración.
- Rápida recuperación: El agua facilita la recuperación muscular y reduce el dolor después del ejercicio.
- Prevención de lesiones: Mantener niveles adecuados de hidratación protege las articulaciones y los tendones.
- Equilibrio electrolítico: Con agua se reponen los electrolitos perdidos a través del sudor, reduciendo el riesgo de fatiga.
¿Cuándo y cómo hidratarse?
- Antes del ejercicio: Beber 500 ml de agua 2 horas antes del entrenamiento para preparar el cuerpo.
- Durante el ejercicio: Consumir entre 150 y 250 ml cada 15-20 minutos, especialmente durante actividades prolongadas.
- Después del ejercicio: Rehidratarse con agua o bebidas isotónicas para reponer las reservas perdidas.
Consejos prácticos
- Controla el color de tu orina: un sencillo indicador de tu nivel de hidratación.
- Prefiera el agua sin gas o ligeramente mineralizada para ejercicios moderados y opte por bebidas con electrolitos para entrenamientos intensos.
- La hidratación es un pilar fundamental del bienestar y rendimiento de los deportistas. Adopta hábitos de hidratación adecuados para maximizar tus resultados y proteger tu salud.
